Absuelta de acoso laboral compañera de trabajo pese a constar expresiones groseras y vejatorias en público
El Juzgado de instancia condenó a una empresa a indemnizar a una trabajadora con 9.000 euros por acoso laboral al entender que esta había sido autora de una situación de acoso, absolviendo a una compañera también acusada.
El TSJ de Murcia, Sala de lo Social, en la Sentencia de 17 de Mayo de 2017 discrepa de esta decisión porque aunque efectivamente fueron emitidas expresiones irrespetuosas, degradantes y vejatorias, referidas a una mala ejecución del trabajo, solo “imbécil” puede considerarse un insulto, sin que en su conjunto se alcance la consideración de acoso laboral.
Las expresiones son propias una personalidad mal educada pero no muestran que su finalidad sea de poner a la trabajadora en una situación de inferioridad, ni a la de lograr su dimisión.
Además, los testigos que estaban presentes, manifiestan que las expresiones no solo se dirigieron contra la demandante sino también a otras compañeras, y que estaban motivadas en la forma de trabajar.
Para el TSJ no concurre el requisito subjetivo del acoso laboral, necesario para deslindar el acoso de la infracción disciplinaria propia del maltrato verbal. El acoso laboral exige una intencionalidad específica. Importancia también otorga el Tribunal a que no se aprecia una situación de superioridad jerárquica. Quien insultó no ocupaba el puesto de encargada, sino que ostentaba la misma categoría profesional que la demandante.
Por otro lado, en cuanto a la responsabilidad empresarial, es sorprendente que pese a que en el acto del juicio el encargado de la cafetería reconoció que ante las quejas de la empleada le había manifestado que “esas eran las condiciones de trabajo y que si no le gustaban que se fuera”, luego manifieste que desconocía la hostilidad descrita. El TSJ entiende que no se ha probado que la dirección de la empresa tuviera indicios de la conducta de la trabajadora también demandada, porque ninguno de los socios acudía regularmente al negocio.
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